La Federación Española de Empresarios de Playas ha registrado una petición formal en el Congreso y el Senado para exigir a la clase política que deje de emplear la palabra chiringuito como metáfora de fraudes o irregularidades. "Nuestros negocios son legales y generan empleo. Que no nos asocien con la corrupción", reclaman.
Francisco Trujillo de Haro, vicepresidente del sector, lideró una delegación en Madrid para entregar el escrito a las Cortes y a la Real Academia Española (RAE). Con tono firme, advirtió: "El uso despectivo de 'chiringuito' para aludir a desvíos de fondos o negocios opacos nos perjudica. Somos restauración tradicional, turismo y empleo digno".
La batalla por el diccionario
El sector pide a la RAE que modifique la cuarta acepción actual del término:
- Quiosco de bebidas y comida al aire libre.
- Negocio comercial (coloquial).
- Chorro pequeño (en Canarias).
- Entidad financiera irregular (en economía).
"Exigimos que se elimine esa última definición", insiste Trujillo. "Propongamos que se describa como 'establecimientos legales en playas o entornos naturales, dedicados a gastronomía y ocio'. No somos un eufemismo para la corrupción".
Impacto en el sector turístico
El texto subraya que los chiringuitos emplean a "cientos de miles de profesionales" y son "un pilar del atractivo de las costas españolas". "Nos duele que políticos y medios manchen nuestro nombre con frivolidad", añade el representante, quien confía en que tanto el Legislativo como la RAE "rectifiquen por el bien del sector".