Cada año, la Semana Santa transforma las calles de La Herradura en un escenario de fe y tradición, donde la comunidad revive con fervor la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Las celebraciones, arraigadas en la devoción popular, dejan estampas imborrables tanto para residentes como para visitantes.
Viernes de Dolores: el inicio emotivo
Las actividades comienzan el Viernes de Dolores con una Santa Misa en memoria de los fallecidos durante el año, seguida de un Solemne Besamanos a la Santísima Virgen de los Dolores, marcando el tono de recogimiento que caracteriza estas jornadas.
Domingo de Ramos: la entrada triunfal
El Domingo de Ramos, también llamado Domingo de Pasión, arranca con la bendición de los ramos en la Plaza de San José. Los fieles, portando palmas y olivos, procesionan en penitencia hasta la Iglesia de San José, rememorando la entrada de Jesús en Jerusalén. La ceremonia culmina con una Santa Misa que refuerza el sentido litúrgico de la jornada.
Jueves Santo: la Santa Cena y el Vía Crucis
El Jueves Santo, la comunidad se reúne para conmemorar la Última Cena en una misa solemne. Tras la eucaristía, tiene lugar un Vía Crucis que parte desde la Iglesia de San José, invitando a la reflexión mediante un recorrido cargado de simbolismo.
Una Semana Santa con sello propio
La Cofradía de La Herradura logra año tras año transmitir emociones profundas a través de sus actos, combinando rigor litúrgico y fervor popular. Las imágenes, las procesiones y el compromiso de los vecinos convierten esta celebración en un patrimonio vivo, donde la fe y la cultura se entrelazan.
Con este espíritu, La Herradura confirma su lugar en el mapa de la Semana Santa andaluza, ofreciendo una experiencia única que perdura en la memoria.